Este masaje tiene propiedades: relajantes, descontracturantes, ayuda sobre todo a quitar la tensión de toda la espalda, pero también en las zonas del cuello y de los hombros. También ayuda a que uno descanse y favorece a la circulación de la sangre.
Realización del masaje
Para ayudar a que el paciente no se contracture, todo el masaje se realiza con nuestro cliente poniendo la cara boca abajo, no de lado. El masaje empieza con un deslizamiento por parte del masajista de sus manos por la espalda del paciente, empezando en el cuello y terminando en la cadera.
Para aplicarse el aceite en su mano, el masajista pondrá su mano boca arriba tocando con la parte posterior la espalda del paciente y aplicando después el aceite por el cuerpo de la persona. Esto se realiza para que una vez se ponga en contacto el aceite con la espalda, este hecho resulte lo menos sorprendente posible y así el cliente pueda estar más relajado y no se rompa así el clima de relajación que debe de tener todo masaje bien dado.
El masaje normalmente lo daremos con el cliente acostado en una mesa camilla, pero si se desea también puede ser aplicado en una posición sentada, en una silla especial para la ocasión.